Un clásico de estas fiestas son las botas de Navidad que cuelgan por la casa esperando a que llegue Papá Noel y las llene de sorpresas. En mi casa la mañana de Navidad aparecen llenitas de chocolates y caramelos, bueno este año creo que también con algo de carbón.
La tradición de las botas empezó en Holanda en el siglo XVI. Los niños colgaban sus zuecos de madera llenos de paja cerca de la chimenea para los renos. Papá Noel, en su lugar, dejaba obsequios para los niños. Con el tiempo, la gente empezó a usar botas (o botines) en su lugar, lo cual seguimos haciendo en la actualidad
Las venden ideales, pero si os apetece las podeís hacer vosotros mismos, de tela, fieltro,papel o incluso reciclando y calcetines. Se pueden personalizar bordando el nombre se cada miembro de la familia, poner un dibujo, una etiqueta o cualquier otro detalle que las diferencie. Si quieres consultanos que en Popolet las personalizamos a tu gusto.
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