Seguro que viendo el titulo Helado de Kinder bueno, ya os habéis relamido.

El helado de kinder bueno es uno de los helados de moda y os interesa saber cómo hacerlo en casa.

Más de uno comentabais que es para hacerlo con vuestros hijos. Seguramente muchos tenéis más ganas de comerlo que vuestros pequeños…

Es un helado del que había oído hablar y he estado buscando para hacer y compartir la receta.

Ingredientes helado kinder bueno

• 500 gramos de leche
• 5 yemas de huevo
• 100 gramos de azúcar
• 1/2 vaina de vainilla
• 200 gramos de nata 35-38% M.G.
• 60 gramos de azúcar invertido
• 160 gramos de Kinder Bueno

Elaboración helado kinder bueno

Para hacer la crema inglesa rápidamente (aquí receta con Thermomix), pon en un cazo la leche, las yemas de huevo el azúcar y las semillas de la vaina de vainilla en un cazo.

Llévalo al fuego y sin dejar de remover con las varillas (después de batir las yemas), deja que llegue a punto de ebullición.

Baja rápidamente el fuego y prosigue la cocción sin dejar de remover hasta que espese ligeramente. Deja enfriar cubriendo la superficie a piel con film transparente.

Coloca en el vaso de la batidora la nata, el azúcar invertido y la mitad de las barritas de chocolate y avellanas.

Tritura hasta obtener una mezcla homogénea.

Vierte esta preparación en el recipiente de la crema inglesa, mezcla bien y deja enfriar en la nevera al menos cuatro horas si vas a hacer el helado con una heladora.

Si vas a hacer el helado a mano, incorpora también el resto de barritas de Kinder bueno.

Elaboración a mano

Trocéalas al gusto y pasa el preparado a una terrina o recipiente con tapa hermética. Introducirlo en el congelador y cada hora, aproximadamente, sácale para batirlo y evitar que se hagan cristales de hielo.

Para hacer el helado de Kinder Bueno en la heladora.

Una vez que esté en marcha vierte la crema preparada por el bocal.

Deja que trabaje helando y haciendo cremoso el helado durante unos 25 o 30 minutos.

10 minutos antes de finalizar, añade las barritas restantes troceadas.

Cuando haya finalizado el tiempo, vierte el helado en un recipiente adecuado para conservarlo en el congelador.

Necesitará un rato de congelador para coger la textura y temperatura necesaria para poder servirlo (aunque depende de la heladera que utilices).

Seguro que os vais chupar los dedos de lo rico que está.